A través de unas sencillas preguntas nos hacemos conscientes de todo aquello que nos ayuda o nos entorpece para mejorar el trabajo del proyecto.
Al principio nos costaba dar sentido a esta actividad, algo extraña y poco atractiva. Con el tiempo nos vamos dando cuenta del sentido que tiene y de todo lo que nos aporta. Pensar sobre el propio proceso de aprendizaje nos ayuda a mejorarlo, y con ello nos vamos superando. Cada vez nos cuesta menos hacer esta reflexión personal.